
Hacia una economía circular: la UE refuerza la prevención de residuos alimentarios y textiles
Publicado el estudio del año 2024 sobre el número de certificados emitidos en sistemas de gestión. España se consolida como uno de los líderes mundiales.
La nueva Directiva (UE) 2025/1892 redefine la gestión de residuos en la UE, con objetivos vinculantes para reducir el desperdicio alimentario y un nuevo régimen obligatorio de responsabilidad para el sector textil.
La Directiva (UE) 2025/1892, publicada el 26 de septiembre de 2025, modifica la Directiva 2008/98/CE sobre residuos (la “Directiva Marco”) para reforzar la prevención y la circularidad de recursos, en línea con el Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción para la Economía Circular.
Entrará en vigor el 16 de octubre de 2025, y los Estados miembros deberán transponer sus disposiciones antes del 17 de junio de 2027. En España, la reciente Ley 1/2025 sobre prevención del desperdicio alimentario ya avanza en esta dirección, aunque habrá que armonizar sus objetivos con los establecidos por la nueva norma europea.
1. Sector alimentario: objetivos vinculantes de reducción
Por primera vez, la Directiva Marco establece objetivos jurídicamente vinculantes para reducir residuos alimentarios. Los Estados miembros deberán adoptar medidas de prevención a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta los hogares, con implicación proporcional de todos los actores.
Los objetivos a cumplir antes del 31 de diciembre de 2030 son:
- Reducir un 10 % los residuos generados en transformación y fabricación, respecto a la media 2021-2023.
- Reducir un 30 % per cápita en distribución, restauración y hogares, también respecto a 2021-2023.
Se exige además desarrollar programas específicos de prevención, identificar autoridades responsables y aplicar una metodología común de medición de residuos.
Contexto español:
La Ley 1/2025 prevé objetivos más ambiciosos (50 % en minoristas y consumidores, 20 % en la cadena), con referencia a 2020. Habrá que ver cómo se ajusta el Plan Nacional de Control a los nuevos objetivos europeos.
Retos y tareas clave para el sector alimentario:
- Prevenir la generación de residuos en todas las fases de la cadena alimentaria: desde la producción hasta el consumo en hogares.
- Medir los residuos alimentarios de forma uniforme y fiable, y definir líneas de actuación con objetivos concretos.
- Impulsar la donación y redistribución de alimentos, priorizando el consumo humano sobre otros usos.
- Detectar ineficiencias en la cadena de suministro y promover soluciones tecnológicas e innovadoras.
- Diseñar campañas de concienciación y formación dirigidas a todos los actores del sistema agroalimentario.
2. Sector textil y calzado: nueva responsabilidad del productor
La Directiva introduce un régimen armonizado de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para productos textiles y calzado. Este aplicará a fabricantes, importadores, distribuidores y vendedores online que introduzcan por primera vez estos productos en un Estado miembro.
Entre las obligaciones del productor destacan:
- Financiar la recogida, clasificación, preparación para la reutilización, reciclado y otros tratamientos de residuos textiles y de calzado.
- Realizar estudios sobre residuos municipales.
- Informar a usuarios sobre sostenibilidad y comunicar datos de recogida y tratamiento.
- Apoyar el ecodiseño y la innovación en productos más duraderos, reparables y reciclables.
También se regulan las ventas online: las plataformas deberán verificar que los productores estén registrados y cumplan con la RAP en el país de destino.
Plazos:
- Los regímenes de RAP deberán estar establecidos antes del 17 de abril de 2028.
- Para microempresas (menos de 10 empleados y hasta 2 millones € de facturación), el plazo se amplía hasta abril de 2029.
En España, se prevé que el futuro real decreto sobre residuos textiles y calzado integre estas exigencias.
Retos y tareas clave para el sector textil y calzado:
- Implantar un sistema de responsabilidad ampliada del productor (RAP) para todos los productos textiles y de calzado introducidos por primera vez en el mercado.
- Organizar y financiar la recogida, clasificación, reutilización y reciclado de residuos textiles, incluidos los productos no vendidos.
- Ajustar procesos de diseño para incorporar criterios de durabilidad, reparabilidad y reciclabilidad (ecodiseño).
- Cumplir con obligaciones de trazabilidad y registro, especialmente en ventas online o a través de plataformas.
- Preparar a las microempresas para su integración gradual en el régimen RAP, respetando los plazos fijados.
La Directiva (UE) 2025/1892 representa un avance significativo en la política europea de residuos: al introducir objetivos vinculantes para la reducción de residuos alimentarios y un régimen obligatorio de responsabilidad ampliada del productor para el sector textil (y calzado), la UE refuerza su apuesta por la economía circular, la prevención de residuos y la eficiencia en el uso de recursos.