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¿Cuándo y cómo es el mejor momento para vender mi empresa?

Lluis Lluch 21 noviembre, 2020

La primera duda que aparece cuando un empresario empieza a plantearse el futuro de su empresa, es decidir cuándo debe tomar la decisión.

A la mayoría de empresarios, en algún momento de su trayectoria, le suelen surgir las siguientes tres preguntas: ¿Cómo planteo la continuidad de la empresa?, ¿Qué motivos tengo para vender o dar continuidad a las nuevas generaciones (si existen)? y ¿Cuándo es el mejor momento?

Los motivos para vender parecen evidentes pero nuestra experiencia nos muestra que las motivaciones son diversas y la valoración económica no es el único aspecto que los empresarios tienen en cuenta. Existen otros igual de importantes como son el cambio en el estilo de vida, la jubilación, la oportunidad de recoger los frutos económicos del trabajo realizado, el interés por emprender otros negocios, e incluso la motivación por potenciar la empresa. Una muestra de ello son algunas de las reflexiones de nuestros clientes:

"Recibimos una buena oferta y pensé que era una buena oportunidad para dejar la empresa en mejores manos, así como una ventaja para mis trabajadores."

Álvaro Rocabayera. Fundador de MSS.

"El acuerdo permitiría al Grupo Infranor recoger los frutos de muchos años de trayectoria y mejorar considerablemente su posición en China, un país que promete un fuerte crecimiento, a través de un socio respetado."

Nicolas Eichenberger, CEO Perrot Duval Holding – Infranor.

"Creo que los motivos de un empresario para vender su empresa, nunca es uno sino un conjunto. Entre ellos para terminar con los habituales conflictos que se producen entre los herederos de una Sociedad cuando el fundador se retira."

Daniel Loscertales. Ex-CEO Sepin Editorial Jurídica.

Las estadísticas nos muestran qué es lo que suelen acabar haciendo los empresarios una vez han vendido su empresa:

  • 6% nueva posición (consultor/asesor, profesor, etc.).
  • 13% emprenden un nuevo negocio.
  • 25% continúan trabajando a tiempo total con el nuevo inversor.
  • 31% continúan en la empresa como consultor externo.
  • 25% jubilación total.

De todas formas, la primera duda cuando un empresario empieza a plantearse el futuro de su empresa, es decidir cuándo debe tomar la decisión.

Quizás en el momento de empezar a plantearse esta cuestión no esté pensando en vender la empresa, pero sí que puede ser una opción nada descartable en corto o medio plazo. En este caso, estas serían las acciones que Baker Tilly le recomendaría llevar a cabo para preparar ese momento:

  1. Asegúrese que la empresa esté moderadamente ordenada. Tiene especial importancia que sus estados financieros reflejen adecuadamente la situación del negocio y estén debidamente presentados. Así mismo, es recomendable que todo aquello que no tiene que ver con el día a día de la empresa no forme parte de las finanzas. En general un potencial comprador querrá ver una cuenta de explotación creciente y un balance saneado, sin sorpresas.
  2. Asegúrese también que todos los elementos de promoción de la empresa estén al día, y si cabe mejórelos.
  3. Reduzca su nivel de intervención en la empresa. Asegúrese que su equipo directivo pueda gestionar el día a día de su negocio sin necesidad de su continua supervisión. Céntrese sólo en los aspectos estratégicos de la empresa. Detecte quién puede ser un buen sucesor. Este aspecto será clave en la negociación, prepárelo.
  4. Focalice todos los esfuerzos en el crecimiento de las ventas y del EBITDA. Mejore si es posible sus ventas internacionales, la recurrencia de sus ventas, fidelice a sus clientes clave, etc.
  5. Recopile todos los contratos relacionados con la empresa, muy especialmente con proveedores y clientes, actualícelos.

Para aquellos empresarios que en estos momentos puedan estar pensado en arrancar un proceso de venta o compra, estas son nuestras reflexiones:

  • Las grandes corporaciones siguen teniendo altos niveles de efectivo que les permite acceder ahora a targets más asequibles, según el sector.
  • Los tipos de interés siguen siendo muy bajos por lo que la financiación de los proyectos es más accesible y favorece la toma de decisiones en ese sentido.
  • Las fusiones o adquisiciones siguen siendo las estrategias de crecimiento más rápidas, aspecto clave en un mundo que se mueve a tanta velocidad.
  • Hay una demanda alta por parte de los fondos de inversión de empresas interesantes, resilientes y bien gestionadas.
  • Si ha recibido una oferta ahora que encaja con sus expectativas, no necesariamente volverá a aparecer en el futuro.
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